Lógica: cómo pensamos, cómo vemos el mundo, cómo decidimos

La lógica es el «método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas». La forma en que practicamos o no un pensamiento lógico afecta en nuestra percepción del mundo y la de quienes nos rodean.

When they see us

«En 1989, cinco adolescentes de Harlem (Nueva York) se ven atrapados en una pesadilla cuando se les acusa injustamente de un ataque brutal en Central Park. Basada en hechos reales, la miniserie expone las profundas grietas que presenta el sistema judicial y policial estadounidense.» (FILMAFFINITY)

Cuando terminé de ver la historia de los Cinco de Central Park, el impacto emocional que me provocó me llevó a escribir este post lo escribí apenas finalicé el último capítulo. Sin embargo, lo he dejado reposar durante unas cuantas semanas. Hasta hoy que he sentido que ha llegado el momento para compartirlo.

La serie se estrenó en Netflix en Junio del 2019 y causó gran impresión no sólo en Estados Unidos. La historia real de “errores policiales, procesales y judiciales” que llevó a la cárcel a cinco adolescentes por un crimen que no cometieron, estremece  al ver cómo desde su vulnerabilidad se ven atrapados en una red que no saben cómo opera ni por qué se ha ensañado con ellos. Continuar leyendo «Lógica: cómo pensamos, cómo vemos el mundo, cómo decidimos»

El dilema de Isabel II: tradición, cambio y compasión

The Crown (T1) parte 2

En la entrada anterior hablamos de la dificultad para adaptarse a los cambios de época que muestra el Primer Ministro Wiston Churchill, el héroe que se niega a aceptar que sus tiempos, al menos frente al gobierno, han pasado.

Veamos ahora cómo viven los miembros de la casa real, “sus altezas” los avatares propios de ser parte de una institución centenaria e inmutable.

Según se repite una y otra vez a la novata reina y a su rebelde hermana Margarita, la imperturbabilidad y el apego a la tradición es lo que ha hecho que la corona perdure y sea la fuente de estabilidad del Reino Unido. Los momentos en que alguno de sus miembros ha antepuesto su propia autonomía es cuando todo se ha visto amenazado, especialmente cuando su tío Eduardo VIII decide abdicar para seguir los dictados de su corazón.

El trabajo más duro de la soberana

Uno de los tópicos que repiten como un mantra a la joven reina es que su principal tarea es no hacer nada. La anciana reina María le insiste:

“Hacer nada es el trabajo más duro. Y va a requerir toda la energía que tienes. Ser imparcial no es natural, no es humano”.

Sentimientos, consuelo.
A ver quién desafía al Primer Ministro

La versión original de la serie House of Cards, la británica, nos regala en su segunda temporada un ejemplo muy gráfico de esto. En esta entrega, que se llama en rigor To Play the King, el ficcionado rey ve con horror las injusticias que sufre su pueblo y cree en la necesidad de modernizar el estado en pro de los súbditos. Tomar partido por esta causa lo lleva a una lucha frontal contra el todopoderoso Primer Ministro conservador Francis Urquhart (Ian Richardson ) –el homólogo de Frank Underwood (Kevin Spacey) en la versión americana-.

El rey rompe la regla de oro y se da de bruces contra el maquiavélico Urquhart. Viendo los capítulos le damos la razón al rey (Michael Kitchen), conectamos con él porque es empático, porque es compasivo con su gente. Pero la falta de escrúpulos y astucia del líder de los Toris se imponen. Aunque quizá es el precio que paga el buen rey por salirse del guión ancestral, lo contrario a lo que hace Isabel II. Continuar leyendo «El dilema de Isabel II: tradición, cambio y compasión»

Los tiempos cambian, el primer ministro no.

The Crown. Temporada 1

The Crown es un drama histórico que encarna el choque entre lo antiguo y lo moderno; lo que hasta ese momento “se ha hecho así” y ha dado resultado contra lo que demandan los nuevos tiempos.
Habla de un cambio de paradigma: el Reino Unido ya no es el que era, se ha transformado. Los protagonistas no siempre están en condiciones de verlo y actuar de acuerdo al nuevo prisma.

Argumento

The Crown narra los conflictos políticos y la vida íntima de la familia real durante el reinado de Isabel II (Claire Foy) y los eventos que marcan la segunda mitad del siglo XX en Reino Unido… y más allá.

Personalmente lo que más me atrae de esta serie es el encuentro, y pugna, entre el mundo político y el orden mundial con la institución de la monarquía. Para mí, esta arista relacionada con el poder me cautiva más que la tramas relacionadas con los romances o las cuitas entre los miembros de la casa Real.

El trono, la corona… el poder
The crown paradigma ceguera
La boda (de la mano de Jorge VI, el mismo del Discurso del Rey)

Pero hay que decir que en esta serie todo está relacionado con el PODER. La parte del relato que cuenta sus dramas personales también está supeditada a la institucionalidad política o monárquica. Si se obvia el vínculo con el poder y la tradición no se entiende el frustrado romance de la Princesa Margarita (Vanessa Kirby) con Peter Townsend (Ben Miles) o la sensación de castración que experimenta Philippe Mountbatten, Duque de Edimburgo, “el consorte” (Matt Smith).

Pero quien quizás se lleva la palma en esta confrontación constante entre las formas y métodos tradicionales con los que se precisan en la nueva época, es Wiston Churchill, encarnado por John Lithgow.

Don Winston

El experimentado político, héroe y motor de la estrategia militar durante los duros días de la segunda Guerra Mundial, le cuesta ver y aceptar que el Reino Unido ya no es el imperio que fue, que el escenario que se ha abierto tras el conflicto mundial y la Guerra Fría es totalmente diferente.

Gran Bretaña ya no es el actor protagonista, es ahora un intérprete de soporte, importante sí, pero no la estrella de la obra.

Más aún, no logra ver, y si es que lo ve no lo puede aceptar, que los ingleses han cambiado, que los desafíos sociales son otros y para ello necesitan de nuevas maneras de ejercer la política. Continuar leyendo «Los tiempos cambian, el primer ministro no.»