Lo que tienen en común las películas memorables, y que no sabías.

Las Películas Que Nos Formaron

Algunos taquillazos que unieron a una generación y divirtieron a muchísima gente, no transitaron un camino de creación y producción fácil para llegar a las pantallas. La perseverancia y visión de sus creadores, y una pizca de suerte, las hicieron memorables.

En esta entrada no voy a hablar sobre una historia de ficción, sino de cómo se han creado algunas de las películas que nos han marcado.

La serie de Netflix: Las Películas Que Nos Han Formado (Movies that made us), nos regala de manera muy liviana y divertida muchos secretos de cómo se idearon, escribieron, produjeron y estrenaron películas señeras de los años 80’ y 90.

Ghostbuster, Dirty Dancing, Sólo en casa (Mi pobre Angelito en Latinoamérica), forman parte de la primera temporada; Regreso al Futuro, Forest Gump, Jurassic Park y Pretty Woman, de la segunda;  y Pesadilla Antes de Navidad (El Extraño Mundo de Jack), del especial de films navideños.

El lugar donde nadie sabe nada
Si piensas que tu jefe no tiene idea de qué hacéis, aquí no es muy distinto

Antes de referirme a los factores que caracteriza la producción de estos míticos films, voy a poner un poco de contexto:

William Goldman es un escritor, guionista, dramaturgo estadounidense que ha escrito algunos de los grandes guiones del cine de Hollywood como  Butch Cassidy y Sundance Kid; Todos los Hombres del Presidente; y una que podría estar también en la serie de Netflix: La Princesa Prometida. Él escribió un par de libros sobre su paso por los estudios donde destaca que una de las emociones predominantes en los ejecutivos de las Majors (nombre con que se conoce a Paramount, 20 Century Fox, Disney…) es el miedo.

Y es normal, porque aunque creamos que allí las cosas funcionan como reloj,  Hollywood es un lugar donde reina la incertidumbre, donde lo que un día funciona, al siguiente fracasa; donde aquello por lo que nadie da un dólar se convierte en un hit. Y Goldman lo define en una frase: En “Hollywood nadie sabe nada”.

La vida es como una caja de chocolates, nunca sabes qué te va a tocar

David Mamet, dramaturgo, director y guionista, en su libro “Verdadero y Falso”, afirma algo similar sobre la profesión de la interpretación: agentes, directores de casting, productores y ejecutivos se mueven por el miedo, por eso la mayoría de las veces, buscando mitigarlo, eligen las mismas caras para protagonizar series y películas… dentro de lo que permite el presupuesto.

Si nunca usaste un VHS, quizá esta entrada no te diga mucho

En parte por esto y por la experiencia de tratar con todo tipo de personas en empresas, es que cuando oigo frases como “Yo las emociones las dejo en casa” me río un poco –para mis adentros que soy muy educado. Porque, como hemos visto, también en los negocios las emociones están presentes. El asunto es que el abanico disponible puede ser reducido, especialmente a medida que se sube en jerarquía, y mueven dentro de un eje   preponderante: Miedo y ambición.

Quizá cuando algunos trabajadores y ejecutivos declaran que aparcan los sentimientos fuera de su oficina, se esté refiriendo a emociones como la ternura, la empatía, la compasión… e incluso el humor.

Seis factores en común de las películas que nos han formado:

Sintetizando, lo que he visto en los capítulos de la serie es que en casi todas hay elementos que se repiten, estos son:

– Innovación y riesgo.

– Perseverancia para seguir adelante “pese a todo”.

– Ambición y ganas triunfar.

– Creatividad e ingenio para sortear problemas, incluidas las suspicacias de quien financia.

– Una buena dosis  de suerte y estar en el momento justo.

– Resultados que sobrepasan las expectativas.

Unas pequeñas perlas

Varias  décadas después  de su estreno, cuesta creer que el protagonista de Regreso al Futuro  en un primer momento no era Michael J. Fox, y hayan tenido que cambiarlo cuatro semanas después de empezado el rodaje, y de paso a la novia de Marty por ser más alta que él.

coaching y cine vision y sueño
Hoy nos parece normal, pero en su día, nadie pensaba que una prostituta podía protagonizar un cuento de hadas.

Que el estudio (Paramount) le haya “rateado” varios millones de  dólares a Forest Gump. Y que Tom Hanks y Robert Zemeckis los  hayan puesto de su bolsillo porque estaban convencidos de no hacer “una película” sino “su película” (la recaudación fue de más de 650 millones de dólares).

O que Ghostbusters no se iba a llamar así porque el nombre ya estaba tomado, que gracias a un cambio de ejecutivo en un gran estudio permitió que usaran ese título. Sin descontar que tuvieron que correr contra reloj para llegar en los plazos y algunos efectos visuales aún hoy sonrojan a sus creadores.

Que los ejecutivos de Disney quedaron tan desconcertados con Pesadilla Antes de Navidad que decidieron sacarla con un marca distinta (Touchstone Pictures), más enfocada a público adulto con temáticas más adultas. Que de paso “le robaron” el crédito de director a Henry Sellik  al llamarla “Tim Burton’s The Nightmare Before Christmas”.

Sueño y visión
No son grandes tratados sobre el alma humana. Pero cómo nos divertimos.

Otro elemento que notamos al ver la serie es que en los creadores –entendiendo por ello a escritores, directores, equipo técnico y productores, éstos últimos los que arriesgan la pasta- tienen en común una “visión” precisa de lo que quieren. Ese sueño convertido en un proyecto, en objetivos, en planes de acción y trabajo, además de la flexibilidad para cambiar cuando las cosas se ponen cuesta arriba. Sin esa visión, difícilmente se hubieran convertido en las películas que son.

Visión películas memorables
¿A quién llamas?
¡Ghostbusters!

Las variables que he nombrado al principio y la visión no se restringen sólo a las diez películas que abarca la serie de Netflix, probablemente a todas las producciones que, exitosas o no, tienen un lugar destacado en la memoria de sus espectadores.

Al mismo tiempo, hace pensar en esas producciones –especialmente las más grandes- que por el motivo que fuera, fracasaron estrepitosamente. ¿En qué fallaron? ¿Cómo era la visión de sus creadores?

Mira con Atención
  1. ¿Cuáles son las emociones preponderantes en tu espacio de trabajo, tanto grupales como personales?
  2. ¿Qué factores de los mencionados están presentes en tus proyectos tanto laborales como personales?
  3. ¿Has pensado en cuáles son tus sueños y tu visión?

Visión miraconatencionLas películas que nos formaron (The Movies That Made Us) 2019-2021

Disponible en Netflix

IMDB

Ficción en familia 2: empatía y emociones

El post anterior hablamos  de compartir y conocer la ficción que ven nuestros hijos e hijas y cómo hacerlo para que sea una fuente de aprendizaje. En esta nueva entrada me centraré en hablar de empatía, identificación y emociones. Poniendo atención especial en la violencia en pantalla, y cómo la estética de una producción también nos da pistas de la percepción de nuestros hijos.

Figura y fondo

Como en cualquier creación artística, la técnica y formato de una ficción audiovisual es clave y está muy meditada por quienes producen.  El aspecto, la luz, el sonido, el ritmo, los colores, la manera de moverse o hablar de los personajes son la puerta de entrada, la invitación a participar de ese cosmos. Todo ello ya nos está contando algo, antes del argumento.

Cuando el estilo es la señal de identidad del canal

Un ejemplo: aunque Pocoyó y Pepa Pig están destinados al mismo público los preescolares, visual y sonoramente no tienen nada que ver y los peques saben cuál prefieren (el mayor de mis hijos era de Pocoyo, el segundo, incondicional de Pepa).

¿Por qué una y no otra? Esa es nuestra parte en el juego, aprender a mirar con atención y descubrir por qué se interesan en una más que en otra y encontraremos una fuente de información de cómo perciben el mundo, cómo se relacionan y entienden lo que les rodea.

¿Alguna duda sobre su estilo?

Esto no quiere decir que no le puedan gustar ambas (o muchas que se ofrecen), pero seguro que saben lo que buscan cuando eligen. 

Es cierto que el empaque de una ficción es de los puntos de conexión más complicados entre los adultos y los jóvenes espectadores. Es fácil que “nos tire para atrás” el tipo de dibujo, el ritmo o el nivel de “ruido” de una serie. Entonces se hace más necesario que nunca dejar nuestras opiniones entre paréntesis, es decir, intentar que no sean el centro, y menos el comienzo, de la conversación.  No es lo mismo preguntar: ¿Qué es lo que más te mola de los dibujos de esta serie? a decir ¿cómo soportas esos garabatos chillones?

Acción y violencia

La violencia en pantalla, especialmente si se trata de niños y adolescentes, es y será un tema controvertido, como lo puede ser regalar juguetes «de guerra».  

Sin entrar en la profundidad de la psique de los menores, voy a plantear algunos puntos que pueden ser orientadores:

Injusticia y rabia

La violencia viene de la mano de la rabia –a menos que se trate de un psicópata que disfruta haciendo daño-, y la rabia es la consecuencia de sentirse tratado injustamente. Podemos indagar en los motivos del agresor: ¿Por qué el personaje agrede (le pega, dispara, empuja, insulta…)?
– ¿En qué se ha sentido perjudicado como para responder así?
– ¿De qué otras maneras podría responder el personaje ante  esa injusticia (siendo agresor o agredido)? 

(Sobre la rabia y el resentimiento hemos reflexionado en esta entrada)

Medios y fines

Aprender a diferenciar el fin con los medios más adecuados para obtenerlos. Por ejemplo, en algunas películas del universo Marvel, los villanos tienen objetivos bastante nobles, por ejemplo, preservar el equilibrio del universo; neutralizar a los que agreden al ecosistema; instaurar un nuevo equilibrio más justo y armónico (según la visión del personaje); pero su camino para lograrlo son extremos y violentos, como chasquear los dedos y hacer desaparecer a la mitad de la población. 
Y atención, que esto también se puede aplicar a los «héroes»  (no sólo de Marvel).

Resolución de conflictos

La violencia es una forma de poner fin (o aumentar) un conflicto, sea cual sea, entendido como un choque de intereses -elemento fundamental para que haya relato-. Para mí, el camino violento es el menos recomendable:- ¿De qué otra forma podrían los personajes solucionar sus discrepancias?
– ¿Qué parte de razón tiene cada una de las partes?
– ¿A qué acuerdo podrían llegar?

Dormammu, vengo a negociar

Al hablar de conflictos, me refiero a todo tipo y magnitud, no es necesario que sea un ataque alienígena por el control del planeta; volviendo a Pocoyó, éste tiene intensos conflictos con Pato y se enfrascan en escaladas de agresión bastante espectaculares.

En el post anterior hablamo de buscar soluciones creativas a los problemas o encrucijadas, ahora me refiero a lo mismo, pero desde la mirada emocional, y podemos llamarlas soluciones pacíficas o negociadas.

Como anécdota ilustradora, mis dos enconados fans de Pepa y Pocoyó, un día no se ponían de acuerdo qué película ver. Poco a poco la tensión iba en aumento. Ante el estancamiento de las negociaciones, yo me retiré como mediador. No lograron ponerse de acuerdo qué ver, pero sí el modo de decidir -usaron una  elección a ojos cerrados- y ambos aceptaron el resultado de la elección.

Para cerrar, la resolución pacífica de conflictos es un hábito y una actitud, más que por la pantalla, la aprenderán de nosotros los adultos. Si nosotros lo tenemos integrado y ellos lo van haciendo suyo, sabrán que Wonder Woman se lía a trompadas con el maligno Ludendorff sólo en la pantalla.

Identificación y empatía
Ficción, emoción, identificación, empatía. Mira con Atención
¡Banana!

Todo lo anterior, y mucho más que se podría seguir contando, va en la línea del desarrollo de la empatía: «la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos» (RAE). 

Un aspecto casi imprescindible en la experiencia ficcional es poder identificarse con el o los personajes, si no llegamos a ese punto, difícilmente seguiremos adelante viendo (leyendo o escuchando). Por ello ver ficción puede ser una gran herramienta de aprendizaje emocional.

Si antes preguntábamos sobre que está pasando (el argumento), ahora  indagamos sobre qué sienten ante lo que está pasando. Así conocemos cómo captan el tono emocional. 
– ¿Qué siente el personaje cuando le pasa lo que le pasa?
-¿En la vida real las personas se sentirían como él o ella? 
-¿Te ha pasado algo como lo que le pasa en la pantalla? ¿Cómo te sentirías si te pasa algo así?

El enlace entre lo que se siente y la respuesta que se emite es un aspecto fundamental para un desarrollo emocional equilibrado:
– ¿La manera que el personaje a los problemas va de acorde a lo que siente (o pueden estar sintiendo)?

Atención: Esta serie NO es para niños

Los protagonistas de la ficción, no sólo en las producciones para menores,  no necesariamente tienen un comportamiento emocionalmente saludable. De hecho, parte de su camino tiene que ver con transitar el desajuste o la fragilidad. Éstos pueden expresarse tanto como debilidad o, por el contrario, como agresión.  Siguen siendo los personajes con los cuales se van a identificar nuestros espectadores. Es enriquecedor que ellos conecten con las emociones que hay debajo de su comportamiento externo.

Figura y fondo otra vez

Aprender_jugando_miraconatencionPor último, la manera de mirar con atención es diferente en cada familia y seguro que conoces cuál es la que más sirve a tu descendencia. Las hay que son más de charlar, otras, en cambio, son más plásticas: les tira hacer dibujos, esculturas, performance. Y otras son más de moverse, bailar, actuar, representar, correr. Todas ellas son formas de entrar en el mundo ficcional de los hijos.

Si quieres que profundicemos en algún tema o hay alguna película o serie que te gustaría que trataramos, puedes dejar como comentario o escribir a beltran@miraconatencion.com o a través de Instagram @miraconatencion

Por último, «Yo nunca vi televisión, después sí y después no» de 31 minutos:

Cómo aprender a ver series y pelis con nuestros hijos

En estos días de cuarentena, es posible que nuestros retoños estén dedicando muchas horas al consumo de ficción audiovisual. ¿Te has planteado alguna vez que las horas que pasan frente a la pantalla puedan ser también una herramienta de aprendizaje, no sólo de entretención?

Estamos encerrados, es un hecho. Tanto nosotros como nuestros hijos e hijas estamos compartiendo un mismo espacio durante mucho tiempo… como pocas veces antes.
Dentro de este encierro, las madres y padres estamos siendo bombardeados a través de los chats de whatsapp y correos con múltiples opciones de actividades, webs y deberes para que no pierdan su ritmo de aprendizaje (o al menos detener la curva de olvido) o incluso lo aumenten.

¿Cuántos días quedan?

Sumemos las ingentes sugerencias y ofertas para aprovechar las horas de ocio, para que estén activos y no se nos aburran (¡Ay, el temido aburrimiento!). Muchas de estas propuestas son de juegos que además de divertir enseñan: ayudan a desarrollar habilidades cognitivas, estimulan la expresión plásticas o las destrezas psicomotoras. Continuar leyendo «Cómo aprender a ver series y pelis con nuestros hijos»

Renunciamos al presente pensando en el mañana

“Renunciamos al presente pensando en el mañana. Es absurdo. ¿Cuántas cosas hemos renunciado por causa del futuro, calculando que en este hipotético porvenir la cosas irán mal?

Uno se dice: “Puesto que voy a perderlo todo mañana, ¡Qué más da renunciar a ello ahora mismo! ¿Y para qué vivir bien si he de morir mañana?… ¿Pero qué sabemos nosotros del futuro? ¿Qué conocemos de esos maravillosos segundos que viviremos y que seremos muy felices de vivir en el momento que lleguen?»

Jodorowsky renunciamos al presenteAlejandro Jodorowsky: La Sabiduría de los Cuentos Continuar leyendo «Renunciamos al presente pensando en el mañana»

Tres anuncios tranformadores

Tres anuncios en las afueras (2017)

En esta película ambientada en el pequeño pueblo Ebbing, Missouri, subyace una distinción significativa: los juicios sobre los demás, bien o mal fundamentados- determinan nuestras relaciones.

La cinta escrita y dirigida por Martin McDonagh, nos muestra cómo un cambio profundo y emocional, se logra generar al recibir acciones concretas más que palabras. Los catalizadores de la evolución de los personajes son gestos significativos, basados en la aceptación incondicional, que les regalan otras personas. Continuar leyendo «Tres anuncios tranformadores»

2018: Seguir aprendiendo como espectador

Hace algo más de un año comencé este blog como invitación a mirar con atención la ficción audiovisual, extrayendo de ella aprendizajes que aporten a nuestras vidas.

Como explicaba en la entrada de presentación, «las historias son experiencias emocionales con significado» (Robert Mckee) y la búsqueda de este significado es una fuente relevante de aprendizajes y sabiduría.

Nuestra materia prima: la ficción

cine y coaching ontologico
Familia que ve la tele unida…

Desde hace más de un siglo se hacen películas de cine y, algo menos, las series de televisión ocupan una parte importante de la programación. Pero nunca como ahora han estado tan a la mano.

Si hasta hace poco teníamos que ir al cine para ver las películas, y si no podías verla en la gran pantalla había que esperar a una reposición o que la pusieran en televisión. Y en la pequeña pantalla, tanto películas como series se programaban en un día y hora. Si no estabas en ese momento frente al aparato te lo perdías. Si esto ocurría, nos conformábamos con los comentarios de otros al día siguiente o, si era el caso, intentar ponernos al día con el resumen “en capítulos anteriores”.

Hoy  podemos ver casi cualquier historia en casi cualquier momento. Basta tener conexión a internet o habérnosla descargado previamente en nuestro equipo. Si además, ni siquiera necesitamos tener un televisor delante, la vemos en el ordenador, Tablet, teléfono móvil o a través de la consola.

Entonces, habiendo tanta disponibilidad de ver ficción, de empaparnos de estas experiencias emocionales y cognitivas, tenemos que aprovechar la oportunidad de usarla como fuente de aprendizajes además de entretenernos. Continuar leyendo «2018: Seguir aprendiendo como espectador»

Cómo reconocer el resentimiento (y salir de él) Traispotting (y T2)

Dolor y enojo retenidos, enfriados y cronificados

La anterior entrada hablaba del resentimiento y el deseo de venganza en Trainspotting 2, cómo, después de veinte años, el regreso de Renton a Edimburgo nos muestra que las heridas no se han sanado ni las afrentas olvidadas.

Dado que el resentimiento es un estado de ánimo recurrente en muchos de nosotros y que su sola presencia nos ata a una experiencia concreta durante mucho tiempo, he querido profundizar en este tema, centrándome con detalle en cómo sería la línea de pensamiento de Sick Boy (Jonny Lee Miller) y Begbie (Robert Carlyle) ante lo ocurrido con su “ex” amigo Renton (Ewan McGregor).

Brevemente, recordemos que al final de Trainspotting, Renton se lleva el dinero de un negocio que habían hecho entre los cuatro. Ese dinero le sirve para rehacer su vida y abandonar la heroína. Al comienzo de la segunda parte, vuelve a Edimburgo y se re encuentra con sus ex compañeros.

Estructura lingüística del resentimiento

En coaching ontológico se le llama a este ejercicio “reconstrucción lingüística de las emociones y estados de ánimo”.

Para realizar esta reconstrucción, te invito, amable lector, a ponerte en la piel de estos dos jóvenes escoceses para imaginar cómo han sido sus conversaciones interiores, las que tienen y han tenido con sí mismos. Continuar leyendo «Cómo reconocer el resentimiento (y salir de él) Traispotting (y T2)»